jueves, 13 de octubre de 2011

Los 8 secretos mejor guardados de Disney

Disney es uno de los destinos más visitados por las familias y su magia atrae a niños y grandes que buscan entretenerse en su parques.

Sin embargo, como toda gran atracción, también esconde en sus rincones algunos secretos que fueron revelados por MentalFloss.

Desde muertos verdaderos en la Mansión Embrujada hasta empleados gatunos y exhibicionistas en las montañas rusas, las curiosidades que encierra el parque son varias.

A continuación, los ocho secretos sacados a la luz por el sitio:
1. Hay “cuerpos” verdaderos en la Mansión Embrujada
El viaje en la Haunted Mansion en Disneyland es uno de los lugares que puede dar más miedo del parque, pero no por las razones que usted esperaba.

En su libro de 1994 “Mouse Tales”, el ex empleado de Disney David Koenig cuenta la historia de un grupo de turistas que había solicitado un poco de tiempo extra en el viaje para hacer un memorial rápido para un niño de 7 años de edad, que había fallecido recientemente.

Disney dio el permiso a la familia, pero resulta que el memorial era sólo la mitad de su plan.

Las cámaras captaron a los dolientes esparciendo cenizas desde sus carritos, por lo que Disney cerró rápidamente la mansión hasta limpiar dichos restos.

Sin embargo, ese no fue un incidente aisaldo. Sigilosas dispersiones de cenizas han ocurrido en todo Disneyland.

No todo el mundo trata de eludir las normas, sin embargo. Cada año, varias familias piden permiso. Según un portavoz de Disney, la respuesta es siempre no.
2. Gatos, los empleados nocturnos
Cuando Disney cierra cada noche, unos pequeños personajes toman el control. Se trata ni más ni menos que de gatos, que ocupan los parques después del atardecer, cuando las familias ya regresaron a sus casas u hoteles.

Los funcionarios del parque permiten el ingreso de los felinos salvajes, ya que ayudan a controlar la población de ratones.

Y su aparición no es una novedad, sino que viene de larga data. Ingresaron por primera vez en Disneyland poco después de su inauguración en 1955, y en lugar de gastar tiempo intentando echarlos, las autoridades del parque decidieron ponerlos a trabajar.

Es así que hoy en día, estos “caza ratones” cuentan con muchas ventajas por ser Disney-empleados. Cuando no están merodeando por los jardines, pueden pasar su tiempo descansando en una de las cinco estaciones de alimentación permanente del parque.

Por supuesto, Disney también hace todo lo posible para gestionar su población felina.

Hay un equipo de trabajo que se encarga de esterilizar y castrar a los gatos adultos y si en cualquier momento se encuentran gatitos, estos son dados en adopción.
3. Exhibicionistas en los juegos
En la mayoría de las montañas rusas, una cámara toma una foto con las expresiones de los pasajeros que están en el juego y luego las exhibe al público para los interesados en comprarla.

Sin embargo, más de una vez los empleados se encontraron con que estas instantáneas reflejan a personas en situaciones obscenas.

El Splash Mountain es el juego que desde 1990 más encuentra entre sus fotos a pasajeras mostrando sus pechos.

De hecho, esta atracción se ganó el apodo de “Montaña Flash” y no tardaron en aparecer sitios web con las fotos en topless.

En un esfuerzo por poner freno a este fenómeno turista salvaje, Disney empezó a contratar empleados para monitorear las fotos, de manera de evitar que imágenes obscenas u ofensivas se muestren en la pantalla grande.

Desde entonces, el número de este tipo de fotos se ha reducido. De hecho, la contramedida fue tan eficaz que en mayo de 2009, Disneyland decidió que no tenía necesidad de más empleados para vigilar las fotografías, poniendo fin a lo que debe haber sido uno de los más extraños trabajos en el parque (observar fotos para que no haya topless).
4. Sólo bigotes completamente formados son bienvenidos
A pesar de que Walt Disney tenía un bigote, quería que sus empleados estuvieran bien afeitados. La idea era para asegurarse de que parecieran lo más diferentes posible de la imagen estereotipada de un trabajador de carnaval.

Así, durante 43 años, a los trabajadores del parque se les prohibió el crecimiento del cabello facial.

Pero en marzo de 2000, la empresa decidió conceder a los empleados masculinos del parque el derecho de bigotes bien cuidados. Sin embargo, cuando varios empleados comenzaron a dejarse crecer el vello facial, la gestión se dio cuenta de que odiaba el aspecto sin afeitar. Por eso, la regla se modificó rápidamente.

Hoy en día, para tener bigote, los empleados de Disney ya lo deben tener cuando son contratados o deben hacerlo crecer durante las vacaciones.
5. Disney World es su propia ciudad
Cuatro años después de abrir las puertas de Disneyland, en 1955, Walt Disney se convenció de que era el momento de expandir su franquicia.

Después de buscar locaciones diferentes, se decidió por una parcela de tierra en Orlando, Florida. Pero había un obstáculo en su camino.

El terreno se encontraba en dos condados, lo cual significaba el tener que navegar en la burocracia de dos gobiernos locales.

Para sortear la situación, Disney solicitó a la legislatura del Estado de Florida que lo dejara gobernar su propia tierra convirtiendo esencialmente a Disney World en una ciudad.

El 12 de mayo de 1967 nació el distrito de Reedy Creek, con la autoridad para abrir escuelas, tener su propio sistema de justicia e incluso abrir plantas nucleares.

La solicitud no era tan nueva como parece, sin embargo. Los gobiernos a menudo crean distritos especiales para las empresas privadas porque el acuerdo es mutuamente beneficioso.

La empresa gana por recibir más poder sobre las cosas tales como los códigos de construcción y los bonos libres de impuestos, mientras que el gobierno local ahorra dinero en la provisión de infraestructura. Al final, el estado obtiene un negocio de relanzamiento de la economía.
6. Pintan de verde la ciudad
Si se mira más allá de la fantasía en los parques, Disney espera que no se vea nada en absoluto.

Por eso, las partes menos mágicas, tales como vallas, cestos de basura o edificios administrativos, son recubiertos con un color conocido como “Go Green Away”, una sombra que se supone que ayuda a mezclar las cosas con el paisaje.

Según los funcionarios de Disney, no hay una fórmula establecida para el color, pero eso no ha impedido que los fanáticos intentaran copiarlo.

De hecho, un entusiasta recogió partículas de pintura desde el parque y los llevó a The Home Depot, donde supuestamente se encuentra una coincidencia exacta, algo que puede ser de utilidad para quienes quieran decorar su jardines al estilo Disney.
7. Usted puede tirar al aro dentro de una montaña
Matterhorn -en Disneyland- es conocida por su montaña rusa de trineo, que se retuerce a través de un pico gigante.

Pero pocas personas fuera del parque saben que en un rincón de la montaña se esconde una cancha de basket.

Sucede que después de la construcción del Matterhorn, que se completó en 1959, los constructores se dieron cuenta de que la montaña rusa ocupaba dos tercios de la montaña, mientras que el tercio superior quedaba vacío. ¿Qué hacer con el espacio extra?

Los empleados de Disney votaron a favor de poner una cancha de basket. Ya que una reglamentaria no podría caber en la cima, la existente tiene sólo un aro.
8. Hay un bar exclusivo y secreto
Escondido detrás de una puerta verde mate en la Plaza Nueva Orleans de Disneyland, es una de las atracciones más exclusivas y misteriosas del parque: un salón VIP llamado Club 33.

Walt Disney construyó el club como un escondite secreto para los dignatarios y las celebridades, e incluso fue a Nueva Orleans para recoger personalmente los adornos para el interior.

Durante los 44 años que el Club 33 ha estado en funcionamiento, se ha atendido allí a personajes de la talla de Johnny Depp, Elton John, y montones de ejecutivos de compañías como Boeing, Chevron, y AT&T.

Usted también puede unirse. Pero hay que ser pacientes. Se tarda unos 10 años para salir de la lista de espera, después de lo cual usted tendrá que pagar más de $10.000 en cuotas de iniciación y otros $3.500 cada año que permanezca como miembro.



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